Linux Mint 12

Muchas distros se sentirán capaces de reclamar el título de “alternativa a Ubuntu” en estos días, pero la distro que parece estar mejor perfilada para esa posición es Mint, más allá de su cercana relación al sistema de Canonical. Respetando su ciclo de desarrollo “mayo-noviembre” establecido desde la versión 7 “Gloria”, llega a nosotros Linux Mint 12. Algunos enlaces de descarga aparecieron el viernes pasado, pero su lanzamiento se oficializó durante el día sábado, y como era de esperarse, también tiene nombre de mujer: “Lisa”.

La última versión de Ubuntu parece haber encontrado un buen hogar en mi netbook, y más allá del ocasional berrinche, no tengo razones críticas para arrepentirme de mi decisión. Claro que, depositar la confianza sobre una distro Linux es un proceso muy delicado. Nunca faltan las clásicas disputas entre usuarios de diferentes distros, que en general suelen demostrar más pasión que objetividad a la hora de defender a una edición sobre otra. Sin embargo, en NeoTeo siempre hemos tenido la intención de que pruebes a todas las distros que puedas. Puede ser tedioso en algunos casos, o muy complicado en otros debido a cuestiones de compatibilidad, pero el universo Linux es grande, y lo más probable es que encuentres tu lugar allí. Comencé el párrafo diciendo que la última versión de Ubuntu funciona bien en mi netbook, sin embargo, ¿por qué no darle un vistazo de cerca a una de sus distros hermanas?

Así se ve Linux Mint 12 "Lisa"

Me refiero a Linux Mint 12, con lanzamiento oficial establecido el sábado pasado. El cambio más importante que podemos notar en esta versión 12 bautizada “Lisa” es la adopción del hasta ahora controvertido GNOME 3, aunque trae una vuelta de tuerca. Linux Mint apuesta a que los usuarios puedan mantener el mismo nivel de funcionalidad de GNOME 2.x gracias a la intervención de MGSE, o Mint Gnome Shell Extensions, una “capa de escritorio” que trabaja sobre el entorno. Si eso no es suficiente para ti, puedes recurrir a MATE, una desviación de GNOME 2.x compatible con GNOME 3, algo que en teoría te permite ejecutar ambas versiones de GNOME en un mismo sistema.

Linux Mint 12 está disponible en dos sabores: La edición CD, con un tamaño menor a 700 megabytes, y la edición completa, y la edición DVD, con una mayor disponibilidad de paquetes, códecs integrados, y la presencia de MATE. La edición DVD tiene un tamaño apenas por encima de un gigabyte, por lo que su descarga no debería ser tan problemática. Como adición, Linux Mint también cuenta con una edición especial basada en Debian, para aquellos que no quieran tener contacto con la versión “semi-derivada” de Ubuntu 11.10. Lo más probable es que exploremos esta distro más de cerca en unas horas, por lo tanto, no te vayas muy lejos. De lo contrario, el enlace está más abajo.

 Descargala aqui http://www.linuxmint.com/download.php

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Descargar http://www.teamviewer.com/es/download/index.aspx

FileLab: Editor de video y audio online

La edición de video a nivel cotidiano es algo que genera muchas dudas en los usuarios debido a la complejidad de las herramientas disponibles. Empero, muchos de los "fáciles" se vuelven incómodos de usar por instalaciones y demanda de recursos. FileLab es un editor de video y audio online que funciona desde el navegador y sin más que la instalación de un plugin para el mismo. Todavía en beta, el servicio es claro y no deja funciones importantes afuera en busca de una falsa sencillez.

Esta semana estuvimos editando unos vídeos y nos sorprendió la capacidad que han logrado algunas aplicaciones muy simples para satisfacer expectativas medianas. No hablamos de agregar filtros ni hacer superposición 3D sobre los vídeos en alta calidad, pero sí hablamos de tener un editor que tenga buenas opciones, ajustes, transiciones y una barra de tiempo decente con la que podamos hacer edición de vídeo en pocos pasos y sin leer abultados tutoriales. Buscando entre algunas recomendaciones y marcadores que tenías preparados para la ocasión, hallamos FileLab. Este simple pero avanzado editor de video online provee todo lo que los usuarios básicos pueden necesitar a la hora de elevarse por sobre las opciones de edición que ofrece  un editor popular como el de YouTube.

En primera instancia, la aplicación se nos abre de forma bastante amena en la presentación de las herramientas y la administración de proyectos luego de instalar un plugin para el navegador que según tenemos entendido funciona únicamente en Windows por el momento. Entre las opciones que vemos a simple vista podemos encontrar un acceso directo para cargar los videos en distintos formatos y editarlos cortándolos al frame para unirlos, o agregarles transiciones. La cantidad de transiciones posibles nos recuerda un poco a Windows Movie Maker, pero contamos con que este servicio online en estado de beta pueda superarse de aquí a un tiempo. Continuando con los efectos, los overlays, los textos y los demás efectos tienen todos parámetros personalizables, y aquí es donde la pantalla de pre visualización de FileLab hace un excelente trabajo mostrando en tiempo real cómo va quedando el video en edición.

 

Como se aprecia en las imágenes, la línea de tiempo tiene alternativas de visualización que dan mucha comodidad, y cuando tienes todo completo, exportar a video tú proyecto es realmente fácil. Lo que no quiere decir que sea rápido, pues en general tiene una demora no de lo más simpática. Pero considerando una instalación rápida, una edición rápida, tal vez esto compense y balancee este servicio en estado de beta. Adicionalmente al editor de video, en FileLab encontramos también un editor de audio gratuito, y online, que tiene grandes opciones para modificar archivos de audio en diferentes formatos sin llevarte por delante de alguna instalación adicional que demore más el asunto.

Las 25 peores contraseñas de la Web

Evidentemente hay usuarios que aún no han comprendido los riesgos asociados a usar una contraseña débil, y prefieren privilegiar la facilidad de recordarla antes de la seguridad que pueda brindar. La gente de SplashData, que comercializa una aplicación para administrar contraseñas en Windows, OS X y dispositivos móviles, ha publicado una lista con las 25 peores contraseñas que cualquier usuario, sin importar la plataforma o el servicio, puede llegar a usar. El hecho de que aún haya gente recurriendo esas cosas como contraseña, es en verdad perturbador.

Hace poco mencionamos cómo crear contraseñas fuertes utilizando a la aplicación KeePass. Demanda apenas unos pocos minutos de adaptación, pasando de contraseñas alfanuméricas básicas a verdaderas pesadillas de 40 o 50 caracteres, y la mejor parte es que no estás obligado a recordarlas. Pero debo seguir intentándolo. Me refiero a que un artículo como ese no es suficiente, y aún son mayoría los usuarios que se niegan sistemáticamente a cambiar sus contraseñas por alternativas más robustas. Nadie pone en duda que quieran a su pareja, a sus hijos o a sus mascotas, pero ya deberían estar convencidos de que fechas de nacimiento, aniversarios, y nombres de perros y gatos hacen pésimas contraseñas. Lamentablemente, eso no termina allí. Usar “123456” como contraseña del WiFi o “qwerty” para la casilla de correo es algo que roza la negligencia, y hasta piden a gritos ser hackeados.

Así es como encontramos esta publicación de la gente de SplashData, que entre otras cosas vende una aplicación de nombre SpashID, la cual posee funciones similares a KeePass. La publicación se llama “Cuando lo popular no es algo bueno”, y ofrece un listado de las veinticinco peores contraseñas del año en la Web. Como era de esperarse, espantos al estilo de “password” y “123456” están a la cabeza de la lista, seguidas por “12345678”, “qwerty” y “abc123”. Después hay palabras directas de diccionario como “monkey”, “master”, “shadow” y “superman”. Otra que ha ganado popularidad es “michael”, probablemente relacionada con Michael Jackson (no, tampoco puedes usar su nombre, apellido, o el nombre de sus canciones, más si saben que eres un fan).

De más está decirlo, si aún tienes a alguno de estos horrores de seguridad como contraseña actual, deberías cambiarla de inmediato. Sólo se necesita una broma de mal gusto (muchos hackeos suelen comenzar así) o compartir por accidente más información de la que deberías en una red social para que tus perfiles digitales se encuentren al alcance de cualquiera con un mínimo de insistencia. Personalmente, volveré a recomendar a KeePass (tiene versiones para OS X y para Linux) o en su defecto pueden hacer uso de LastPass, que también ofrece plugins para la mayoría de los navegadores web.